sábado, 26 de septiembre de 2009

LOS NADIES


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

EDUARDO GALEANO (El Libro de los Abrazos)

viernes, 18 de septiembre de 2009

El cuento


Inundaba la cocina un olor a pan casero. Tres platos sobre la mesa invitaban a almorzar. Y dos manos laboriosas emblanquecidas de harina, trajinaban diligentes en el seno del hogar.
Llegó el hombre desde el campo con media jornada a cuesta, saludó a su compañera en amoroso ademán, y al buscar la frente hermosa del hijo que tanto amaba, el beso que le ofrecía se le quedó en un afán.
Porque el niño de 10 años, que era un canto de alegría, como flor de buenas noches con su blanco delantal, con un velo de tristeza empañando sus pupilas, esquivó la cabeza cuando él lo quiso besar.
Quedó el hombre sorprendido ante el hecho inesperado y buscando una respuesta con un gesto paternal, olvidando su cansancio lo sentó sobre su falda e inquiriole dulcemente la causa de su pesar.
Entonces el niño bueno, que siempre fue su esperanza, su desvelo, su fatiga y el sol de su despertar, respondió con voz quebrada, casi al borde del sollozo: “EN LA ESCUELA ME DIJERON QUE VOS NO SOS MI PAPÁ”...
Una ronda de silencio giró en torno de la mesa.
Un padre busca palabras difíciles de encontrar, y una madre en la cocina aviva la leña verde como culpándolo al humo que la está haciendo llorar.
Después de un hondo mutismo, frente el niño compungido, dijo el hombre emocionado pero con firme expresar:
- Te voy a contar un cuento que nunca conté en tu cuna, porque este cuento, hijo mío, es un cuento de verdad-.
Hace ya más de 10 años al llegar la primavera, el amor te hizo semilla en el vientre de mamá, que amaba a un muchacho pobre, el mejor de mis amigos, pero honrado en su pobreza y bueno como el que más. Esperando tu llegada hicieron junta enseguida al abrigo de un ranchito como nido de torcaz. Aunque escaseaba el trabajo, a fuerza de changa y besos, le hicieron frente a la vida con la fe del que es capaz.
El tiempo siguió su marcha y fue gastando las lunas. Ya estaba tu savia nueva de la vida en el umbral, cuando a la humilde morada que cobijaba sus sueños, la entro a cercar la Miseria con su triste realidad.
No tenía tu pobre madre ni un pedazo de pan duro que alimenten sus pezones cuando quisieras mamar. Un trasto desvencijado te habría de servir de cuna, y un poncho deshilachado sería tu soñado ajuar.
Entonces el mozo bueno, como ultima esperanza, salió a reclamarle al mundo la Justicia y la Igualdad. Un trabajo que lo honrara como padre y como hombre, para poder criar al hijo con orgullo y dignidad.
Golpeó sin respuestas en las más ricas estancias. Pidió arreo a los señores que apuñan un dineral. Y a las puertas del gobierno les golpeó el cedro lustroso sin hallar quién lo cuarteara en su cansado bregar.
Entonces desesperado, una tarde desgraciada, al pagador de una estancia que emboscó en un fachinal, le arrebató los salarios, y al resistirse el viajero, el facón del infortunio lo convirtió en criminal.
Con su acallado delito, llegó esa noche a la casa con las maletas cargadas de ropita sin usar, y en el hueco de sus manos, como a un sagrado tesoro, para el hambre de tu madre la providencia del Pan.
Por el hecho la justicia tomó cartas en el caso, y justo la madruga que el mundo te vio llegar, como a un tigre acorralado defendiendo su guarida… lo mató la policía al no quererse entregar.
- Yo lo tuve entre mis brazos casi cuando agonizaba, y en su ultimo suspiro me pidió en su balbucear, que para salvar tu honra me casara con tu madre y te criara como a un hijo sin decirte la verdad. Con tu madre desdichada, cumplimos el juramento, y desde entonces este rancho es de los tres el hogar, donde vas creciendo fuerte al amparo de mis brazos y mi Nombre y Apellido es mi mayor capital -.
Alzó el niño la cabeza después de escuchar el cuento, y abrazándolo con fuerza que sus 10 años le dan, gritó lleno de alegría:
- ¡Ya no llores más, mamita! En la escuela no sabían que yo tuve... DOS papás! -.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Carta a una madre adolescente


Hermosos ojos que un día te enamoraron.
Deliciosa boca que esa mañana te beso,
con peligrosos deseos que en ellos crecían….
De esa forma aparecí yo.
¿Por qué armónica y perfecta flor
dejaste que te hurten del jardín?
No me sientes, niña de ojos serenos.
No me ves, pequeño enamorado.
Pero estoy, soy parte de ustedes,
chicos jugando a ser grandes.
Una mañana, cuando sus labios se encontraron a solas,
se adentraron en un camino sin guías.
¿Por qué dejaste que tu corazón controle?
Tu, que aun sueñas con ser un hombre
ahora estoy aquí, y no lo saben.
Mi ser día a día va creciendo,
y empiezo a hacerme notar.
Perdóname tu, mi niña que tanto amo
si te hago descompensar.
Tu ciclo no ha llegado,
y nerviosa tu voz en la farmacia pide un test,
luego en un baño que no es el tuyo,
te enteras que voy a nacer.
Con los ojos mojados, esperaste su llegada,
y con otro beso enamorado, él te acompañó ese día...
Te dijo "no hay de que preocuparse",
que el te ayudaría.
El nos quiere y se le oye el amor cuando nos habla.
Yo lo siento querida madre,
yo te siento, querida niña.
Serás una madre adolescente,
pero me querrás y creceremos juntos,
Me portare bien, querida mamá,
porque contigo quiero estar.
No han de importarnos los prejuicios,
porque sé, querido papá,
que tú nos amas, y te quedarás,
que sin nosotros no podrás respirar.
Nueves meses ya pasaron,
desde que los comencé a querer.
He llegado al mundo,

no me quisieron perder.

Eres más hermosa de lo que pensaba
igual a la abuela que me tiene en brazos,
No había de qué preocuparse, te lo dijo papá.
Ahora en casa y más calmo, vuelvo a decirte,
Gracias por tenermeTe amo mamá.